Quizá mi refutación favorita, la más cínica y la más lúcida de "Apología de las sombras":
Se cayó cuando casi llegaba a la cima. Nunca había creído en la posibilidad de que con los siglos la escalera del conocimiento se deteriorara y menos que tuviese ciertos peldaños truncos. Su madre siempre lo llamaba atolondrado, y eso es lo último que recordó antes de rodar por la pendiente y contemplar aterrado desde el punto de partida cómo la pesada roca que iba descendiendo tras él a toda velocidad lo sepultaba.Además, subía cegado por La Luz.
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