te conviertes
de repente
de repente
el coágulo de llama endurecido de tus
ojos se oscurece
y tu alma en el retrato se redime golpeando contra vaho granito
una sola ciencia a mi ventana
y tu alma en el retrato se redime golpeando contra vaho granito
una sola ciencia a mi ventana
mientras fuera el paisaje desértico y
calcáreo
escrupulosamente acecha el fin del material de tus fulgores
escrupulosamente acecha el fin del material de tus fulgores
y un vendaval inútil desmantela
ciudades espejismos, literatura virgen, fósiles
claridades
el vislumbre persistente de tus manos implorando sobre el folio
la grafía sinuosa, delicada, firme y ciega
los espacios que regulares te distancian
las palabras de vidrio de botella
en el mínimo grosor de transparencia
esa seguridad en ti misma como en el cuarzo
tus buenos propósitos de niña buena
el vislumbre persistente de tus manos implorando sobre el folio
la grafía sinuosa, delicada, firme y ciega
los espacios que regulares te distancian
las palabras de vidrio de botella
en el mínimo grosor de transparencia
esa seguridad en ti misma como en el cuarzo
tus buenos propósitos de niña buena
nadie hubiera dicho que pedías a letras
el tormento del cristal en la tormenta de arena
la cabeza de la foto que registra tu misterio
el abismo del diamante
el tormento del cristal en la tormenta de arena
la cabeza de la foto que registra tu misterio
el abismo del diamante
el resplandor ahora opaco y mate de la piedra.
Silvia Rins, Apología de las sombras, Devenir, Madrid, 2016
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